Tras
muchos años de pruebas y estudios los científicos habían llegado al consenso de
que por alguna razón no le afectaba la gravedad.
En el día de su trigésimo cuarto cumpleaños la policía solo encontró un par de pesados zapatos de plomo desabrochados en el parque.
Igor solo quería volver a casa.
FIN
Comentarios
Publicar un comentario