Ir al contenido principal

Microrrelato - 31 de Octubre

La mujer de mi amigo Pepe siempre le tuvo mucho cariño a una vieja escoba, de esas artesanales, de paja. Fue de su abuela y la tenía como decoración colgada en la pared del salón. Una noche le dijo a mi amigo que salía de cena con las chicas. La escoba desapareció hasta el día siguiente.



FIN



¡Pequeño roedor que has leído hasta el final! 
Las ratas agradecen tu hazaña y brindan en tu honor.
Mientras una toca una pequeña ocarina, otra baila animada, y una tercera te recuerda:
Síguenos, comparte y no olvides que también estamos por Facebook e Instagram

Comentarios

Entradas populares de este blog

Esa mano ajena

Toni Lobo o sorpresas de comprar barato

Ya nadie escribe cartas de amor

Pequeña musa